Estabas ahí, sentada con las
piernas cruzadas sosteniendo un
cuaderno entre tus manos
mientras jugabas con la lapicera
entre tus dedos al ritmo del viento
Jugueteabas con la mirada
seductora de atrapar tu presa
y así devorarlo de tu dulce encanto
Y poco a poco voy cayendo en el
abismo de mi tristeza al no poder
mirarte de aquellos ojos que se
miran una vez y nunca más se pueden tener
pero yo estoy ahí, lejos de tu
camino, a tu mirada, a tu deseo a tu
encanto a mi memoria y a mi agonía
Y nadie sabe cuánto duele no poseerte
y que triste es querer tenerte y no obtenerte
y aunque solo existes en mis sueños
también existes en mis pensamientos
Y hoy te robo un suspiro de tu aliento
para así guardarlo en mis adentros
donde la llave será guardada dentro
de mi alma, y nunca será encontrada