Pedro Alexander López

Perdóneme

Perdóneme si al pasar a su lado,

He rozado apenas su mano con la mía,

Es que la ví desde el Café de enfrente,

Y me enredé en sus gestos,

Me envolvió su alegría y sus sonrisas,

Que atravesaron la calle y hasta mi alma…

 

Perdóneme si la ofendí sin pretenderlo,

Pero no me fue posible resistirme,

Tenía que sentir sin más demora,

El calor de su dulce piel canela,

El aroma de su largo pelo negro,

El aliento de su sonrisa veraniega…

 

Perdóneme pero no puedo callarlo,

Debo decirle que sentir su piel apenas,

Fue como subir al cielo,

Y sé que usted sintió lo mismo,

Cuando volvió hacia mí su mirada,

Y con una sonrisa apenas disimulada,

Guiñó sus ojos y me envió un beso…