Estoy en la tríada de la muerte y nadie me ayuda,
Grito la desesperanza tatuada en mis pulmones
Busco ansiosa algo en que sostener mi cuerpo,
Aquel de alma fría y piernas titubeantes.
Mi cuerpo es blanco como nieve,
Y como nieve, quema y arde,
Crea llagas que sangran profusas,
En un dolor que se hace constante.
Caigo, caigo de repente,
En aquella inclemente transición del túnel,
Oscuridad se crea y luego desaparece,
Como si mis ojos fueran una cámara,
Que graba todo pero que no siente.
Y ya no diferencio verdad de ficción,
Sólo vivo el sueño, la realidad, el como se llame,
Vivo, pronuncio, y más que vivo sueño,
Y me expando como una gruesa capa de bruma en el aire.
Y si soy o no soy eso es una cosa aparte,
Ya vivo no vivo,
Ya estoy en otra parte,
Soy tuya, soy mía,
Soy tu pelo, tus ojos, tu pupila,
Y al fin vivo como la molécula de pelusa
Que caprichosa cae en la deriva.
27/06/10