Mi alma estaba rota y herida
pero tu gracia la restauró,
sobre tus alas me cubres de amor
mi quebrantado fuego de sol.
Tú me amas tal como soy
y me tomas entre tus manos
llenandome por completo
de tu fuego abrazador.
Y hoy escucho el silbido
el susurro de tu voz
y yo te escucho
y te abraza mi corazón.
Fuego abrazador...