Anhelos imperecederos cruzan fronteras,
buscan hallar refugio en labios tímidos
que no confían en el poder de un beso.
Esperanzas delirantes enarbolan banderas
y elevan en el más sorprendente silencio,
espíritu de conquista y sus ansias de victoria.
Deseos incontrolables ofuscan lo sensato,
imprudencias desafiantes desenvainan
valor necesario para vivir una aventura.
Un “Ya veremos” blandió su espada
y desarmó intenciones, sueños planificados
en congresos de almohadas y desvelos.
Anhelos imperecederos cruzan fronteras,
Esperanzas delirantes enarbolan banderas
Deseos incontrolables ofuscan lo sensato,
Y yo cargando el peso de ese “Ya Veremos”
que viste de “Posible” sí, pero no tanto.