Estoy esperando,
el sol en la frente,
una tarde tan común,
que ni siquiera tengo esperanzas,
naves inquietas
se acercan,
todos se han ido,
ya no me duele la espalda,
es como ahogarse
en el fondo,
perdón, veo algunos zapatos,
escucho gritos,
y una luz hermosa,
una paz,
un sueño profundo.