Desgarramiento.
Hace ya más de un mes que no te doy un beso, que ni siquiera tengo tu calor en mi mejilla… Hace ya más de un mes que no tengo tu sonrisa, ni esa voz que aseguraba que tu boca era muy mía.
Un día me interesó tu amor, pero al saber que tú no me querías, no me interesó tu odio cuando, en uno de otros días, decidí no hablarte más. Eso que tú me diste, posiblemente nadie me lo va a dar, pero aquello que yo te di… ¡no te lo darán jamás!
No soy bueno cuando busco un motivo para amar y soy malo cuando busco una razón para olvidar.
Hoy no soy nada en tu vida, ni siquiera soy un poco de una parte de la mía. Hoy no soy nada en tus labios: no soy beso, ni palabra, mucho menos tu sonrisa.
Hace ya más de un mes que no sé nada de ti y hace toda una vida que tú no sabes nada de mí, porque, de haberlo sabido, no me hubieses dejado ir. Hoy me toca partir y no sé qué es mejor: si amar y morir o morir por un amor.
Hace ya más de un mes que no sé de la alegría, de esa que una noche fue la luz del alma mía... Hace ya más de un mes que no tengo tu sonrisa, ni esa voz que aseguraba que esa boca no era fría.
Un día me interesó tu amor, pero al saber que tú no me amarías, no me interesó tu odio cuando, en uno de otros días, decidí no hablarte más. Eso que tú me diste, posiblemente nadie me lo va a dar, pero aquello que yo te di… ¡no te lo darán jamás!
No soy bueno cuando busco un motivo para amar y soy malo cuando busco una razón para olvidar.
Hoy no soy nada en tu vida, ni siquiera soy un poco de una parte de la mía. Hoy no soy nada en tu mano: no soy huella, ni palabra, mucho menos tu caricia.
Hace ya más de un mes que no sé nada de ti y hace toda una vida que tú no sabes nada de mí, porque, de haberlo sabido, no me hubieses dejado ir. Hoy me toca partir y no sé qué es mejor: si amar y morir o morir por un amor.