Las mariposas
están adormecidas
por el invierno.
Pero tus ojos
son tiernas amapolas
y están despiertos.
Yo quiero verlas,
volar entre tus sueños,
dormir contigo.
Quizás un día
volemos por el cielo,
con los cometas.
Seremos niños,
quizás, por un instante,
irrepetibles.
Y en la mirada
tendremos la alegría
de aquella infancia.
Y qué bonito
volar entre los versos
de algún poema.
Que sean tuyas
las letras que se formen
y cobren vida.
Y esos latidos
serán quintaesencia
de mi poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/19