Cuando cae la tarde
y el cielo se llena de estrellas,
los pájaros dejan sus trinos
y nos acompañan en nuestro
silencio de un beso de amor.
Como la hoja del árbol que cae
delante de nuestros ojos, sin
el menor ruido, para no molestar
el beso de las buenas noches
y abrasados nos retiramos
dejando la luna que nos sigue
pasa a paso mientras reímos,
por el amor que nos sentimos
el uno al otro. Bajando las cortinas
nos metemos a nuestra cama,
con un beso sagrado nos quedamos
dormido.