Cautivo ante tus labios atrayentes,
perfectos al tenor de tu dulzura,
son cálidos, cuidados y turgentes,
incitan a besarlos sin mesura.
Sonrisas otoñales provenientes
de boca perfilada de hermosura,
sin duda se convierten en simientes
que brotan impregnadas de frescura.
Tus besos impetuosos los adoro,
son fruto de mujer con experiencia,
quedando custodiados como el oro.
Momentos memorables de apetencia,
guardados en nosotros con decoro,
merecen pleitesía y reverencia.