Hoy pensando en un día especial decidí no ducharme,
A diferencia de muchos, disfruto muy poco el baño,
Me gusta andar por las calles, por las nubes, por el mundo, por los ríos voladores, por la vida, con la mugre de los días, con los sueños rotos, con las obscenidades de quemar el tiempo, las esperas y toda la mugre diaria.
Buscando la sombra…
Precisamente doble la esquina y con los ojos pálidos quede, al verla frente a frente, pálido como se pone el cielo al ver el sool.
A través de mis lentes la mire, la mire tanto que se incomodó, pasmada me miro, me sintió, intento abrir su mar y sin pensarlo sonrió.
Tres gotas de nervios después decidió detallarme, me toco, se acercó y me olio, sintió las cicatrices y sin embargo no lo reconoció.
Tenía los mismos ojos, esos que colapsan de tanto brillo, la misma colisión de los labios con la muerte,
El mismo olor a flores de cementerio, las mismas raíces, las mismas heridas llenas de calor,
No hubo palabras solo suspiros.
Por más que trate de que lo sintiera, ella no reacciono y no lo reconoció.
A la tercera cerveza cuando caía el sol, guarde los lentes….
Estupefacta se me acerco y con desespero e intriga en el fondo de mis ojos se conectó,
Ella supo que era usted, ese brillo era suyo, esa sensibilidad con la que le temblaban los ojos al verla, eran más,
Las botellas, las bromas, las monedas, lo simple era mío,
No pudo evitar la avalancha con la que los ojos la hacían ser,
Dejo un beso en el aire y se marchó.
Y con la mugre y la sombra encima, no estaba demás ir a inundar cada banquita en las que me deleito el café, e ir e inundar cada rincón de las sábanas blancas donde me deprimo tocándonos de placer.
Hperafan.