Cuando aún me quedaba inocencia vi más que un atardecer, conocí el dolor que puede causar una persona, lo que puede hacer por amor, manipular, poseer, dominar y chantajear por el simple motivo que alguien lo obligue a eso. Cuando conoces un sentimiento tan desagradable como ese notas que la vida está llena de algo más que injusticia; un deseo innato de amar es lo que nos condena a placeres que llevan más a la decadencia del alma misma. Cuando te conocí me di cuenta que es más que un sentimiento, más que amar sin ver o comprender, el amarte me hace más vivo.
Podría dedicar mi vida entera a amarte y podría perecer sin ningún remordimiento.