Bésame tanto, tanto…
Bésame, bésame tanto, tanto,
que tu aliento se quede dentro de mí
y tu vida y tus huesos y tu alma
Sean parte de mí…
Que seas todo en mí, y sólo de mí…
Como la noche y la luna cómplices
del amor que sentimos y nos damos.
Cómo el amanecer… que nos recibe
en el abrazo, en el beso de tu boca.
Mi boca… beso abrazado a tus labios
A los míos, provocación de pasión
y de deseo, entre el día y la noche.
Entre el ser y tenernos hasta amanecer
Dejemos que la vida nos de ese
gusto de sabernos en la piel.
De tu piel y de mi piel amándonos entre la vida
y la muerte… Dejando volar el sentir
de dos cuerpos que cómo mariposas
etéreas vuelan entre el bien y el mal,
pintado un cuadro de Amor Eterno,
en cada beso que tu boca me da beso mío,
Bésame tanto, tanto, hasta el amanecer
que tu aliento se quede en mí y seas mío, solo mío,
tal como eres tú… cuando ¡te pregunté!…
¿Eres mío? Y tu dijiste al momento:
Soy tuyo, muuuuy tuyo, tan tuyo y tú tan mía,
Eso me excitó tanto cómo con tus besos, besos míos,
Bésame tanto, tanto, para qué no me olvide de ti.
Siempre tuya, siempre mío.
Alicia Pérez Hernández México
No es la pluma la que escribe es el alma.
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