\"Hay un rostro que figura como testigo silencioso de nuestro Barrio, le pregunté sobre la historia, se quedó mudo, en silencio, no me dijo ni una sola palabra, pero pude observar en sus ojos, una muchedumbre de sucesos del pasado, vi tantos viacrucis organizados por el padre olvera, observé tantas danzas cada 4 de julio en honor a la Virgen, atestigüe el tránsito de cientos de personas en sus encomiendas, escuché cientos de misas celebradas en la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio, visualicé la infinita fe y sobre todo la esperanza de nuestra gente, el paisaje de sus ojos me lo dijo todo, y justo cuando me retiré, comencé a escuchar la novena de Beethoven\".