Diego Valenzuela L.

El rechazo

 

Cada vez más

hace falta

todo

y ya siquiera

escucho

a los perros

ladrar

esbozados

pierdo todo

y despierta

y aparece

frente a mi

la soledad

por la misma

puerta

que nunca

entraste


pierdo todo

y solo queda

un silencio

que adormece