Y el mundo se interpuso
Entre tú y yo,
Tú, en la banal tierra humana,
Yo, en la oscura penumbra del averno;
Tu sol iluminó los días
Que por las noches
Iluminó mi muerte;
Desde mi oscuridad contemplaré
Cada luna llena
En busca del sol que al otro lado
Alumbra su cara muerta;
Como tú, no sé si comprendas
Pero habitamos el mismo suelo
Tu, al sur, yo, al norte