Yo, creo en un Dios, que me motiva,
que me impulsa, a ser mejor,
que sacude mi conciencia cuando fallo,
que desde mis adentros me dice: avanza,
no te rindas, ama, no tengas por ley el odio.
Yo creo en un Dios valiente, que enseñó
como pescar, y no regalo los peces,
Creo en un Dios, humano, que enseña a perdonar.
ese dios no tiene nombre,
porque eso lo pone el hombre,
de acuerdo a su lugar o a su lengua natal.
Yo creo en un Dios que habla de libertad.
Yo creo en un Dios que incita a conseguir
la igualdad.
que pregona la justicia, como medio
para conseguir la paz.