No puedo esconderme, ya es tarde, cupido me ha flechado. He soñado contigo desde el primer instante que te vi, soñaré contigo el día de mi muerte.
Quisiera tener todas las respuesta, conquistar tu corazón, mirar al horizonte y divisar tu rostro, uirle al ocaso que aleja tu alma de mi ser.
No es pecado amarte, olvidarte eso si es el peor de los pecados, si existe un infierno ahí irán todos los que te hicieron daño y no lo admiten, balurdos e idiotas hombres que jamás conocerán lo que es ser amado.
Yo te ame primero, pero tu me amaras al último y cuando acaben nuestros días los pájaros cantarán himnos de colores y todos los presentes dirán un día se amaron tanto que las voces de las golondrinas no se han vuelto a oir con la esperanza de volverlos a ver juntos, en el mismo desván de la misma alcoba.
Le hablare al viento de una mujer que causo en mi los más sublimes sentimientos, tu le contaras a la luna que alguien te ama como si fueses la única mujer en el mundo y es así como el universo se enterara de nuestra historia.