Ella..., como algunas veces
la encontré sentada
en el asiento opuesto
contra la ventanilla
mirando sin ver
ese paisaje repetido
mil veces del atardecer.
Es hora del regreso
el tren viaja completo
todos regresan
con expresiones vacías
parecen muertos
de varias batallas
con sus rostros de ojos
casi cerrados
………...
no hay palabras
sin nada que decir.
El cielo, afuera
encapotado de nubes
anticipan la tormenta
su rostro, neutro de expresión
me sumerge en pensamientos
cómo se llamará
tendrá un amante
la supongo hermosa
emergiendo como una Afrodita
desde las nubes
en ese cielo de tormenta
desnuda,
desprevenida de mi
en la ignorancia que pueda verla
desearla
………………………
tan hermosa, se qué es
como ese equilibrio que siento
al verla entre las nubes
confundida con el cielo.
En ese instante
abro los ojos y ella
me mira sonriente
confundida
entre las nubes de mi imaginación.
Avergonzado cierro los ojos
dormitando el resto del viaje
no queriendo despertar
corresponder la sonrisa
preguntarle algo tonto
hablar del tiempo
saber su nombre
y no poder darle el mio
que hace tanto tiempo
olvidé.
Hace tanto tiempo
que estoy viajando
en este vagón
de este mismo tren
………………..
que aveces la veo
sentada en el asiento opuesto
contra la ventanilla
mirando el paisaje
sin poder verlo.
Quizá tampoco ella
sepa su nombre.