Aquel muchacho te quiere,
te ama y llora,
llora ramos enteros de flores para regalarte,
sea enero, sea mayo, sea Marte.
Aquel muchacho te quiere,
te ama y llena cuadernos de hormigas
al pensarte,
sus ojos son hormigueros y no ojos
al mirarte.
‒¿Y por qué nunca me lo ha dicho?‒
Aquel muchacho te quiere,
te ama y en silencio,
pues su corazón está en invierno
y las flores que llora congeladas, perecen,
y sus hormigas se refugian de su aliento.
Aquel muchacho te quiere
y no sabe cómo decírtelo.