Pasan las horas y los días
Frías noches de desvelos
Las palabras se hacen poesía
Donde dejo mis deseos y sueños.
Me dominan los pensamientos
Mi corazón grita en versos
Te busca en los recuerdos
Jamás olvido tus ojos bellos.
Y es que contemplo tu mirada
En las estrellas y la luna
En la oscuridad y en el olvido
Hasta en el fondo de una copa de vino.
Te pienso sin querer queriendo
Cuando respiro, como o duermo
Cuando escribo lo que siento
Y te aseguro que no miento.
No olvido el sabor de tus labios
Que en la soledad saciaron mi sed
Que me llevaron a los cielos
Tan dulces como la miel.
La suavidad de tus pequeñas manos
Tus lindos pies arqueados
Que hicieron senderos en mi cuerpo
Haciendo florecer ardiente deseo.
Los capullos de tus pechos
Que no dejaba de besarlos
A los que me aferraba como demente
Porque no quería perderte.
Te pienso y en tu magia me pierdo
Con tu roció me enciendo
Con tus besos me hundo
En tus brazos me quedo.
Te pienso porque te quiero
Te quiero sin dudarlo, y te sigo buscando
En cada verso de mi loco corazón
En los que una vez más hacemos el amor.
Dulcemente, te pienso dulce
Que se deshace en la boca
Que se me pega en el alma
Que el corazón lo llama
Amor.
Amor Dulce, Dulce Amor.
< -- NeoSan -- >