Por los cielos la vida, volando
sobre playas famélicas de risas;
patrias de astillas en llamas.
Hay hogueras cazadoras
de criaturas de vivas lágrimas
Y en un cerco sin testigos
el ritmo vil … de las metrallas.
No hay remansos en las tardes,
no nace la tarde tras alambradas.
Caminar de cara al viento
por un infinito de huellas alocadas
es lo queda en la república
del alma incompleta, inacabada.
Esto que dejan las horas, los días,
la edad, en el tiempo, callada.
Somos como lombrices viscosas,
retándonos … para, hacia “La nada”
Antonia Ceada Acevedo