Le deseo lo mejor de la vida,
que se cumpla su sueño;
que a su paso encuentre la venida,
y a su final la gloria de desdeño.
Que Dios se acuerde de usted,
todos los días de la vida,
y te pose en su merced
el amor a su medida.
Que los años que te siguen
sean llenos de buenos momentos,
y las gentes que persiguen
a tu amor, llenen encuentros.
Me despido con dolor
pues no creí sucumbir,
este placer del amor
que es de líneas escribir.
-Juan Antonio Ayala H.-