Debo describir un sentimiento
que anuda la garganta
me detengo
mirando por la ventana
como el cielo se nubla
avanzando por el este.
En la calle
los pocos transeúntes
pasan con pasos apurados
evitando el imposible viento
sus cabellos vuelan
tratando de regresar
de donde vinieron.
Las manos están frías
y las teclas, parecen piedras
salientes de un río
por las que voy sorteando
las palabras
que me lleven a la orilla
de esa tierra que eternamente
está del otro lado.
Pienso en ella
y la pantalla enturbia sus letras
mientras la música
va picando las notas
lentamente de una en una
como las imágenes
que conservo
de ese encuentro enamorado.
La primera vez
que juntos
pude tomar sus brazos
con los míos
su rostro, la mirada
ese tiempo colgado de eternidad
el olor del cabello
las palabras entrecortadas
susurradas apenas
la boca que entreabierta
me invitaba
a sumergirme en ella
en ese viaje
largo viaje
que hoy ha terminado.
El viento
como sus propias manos
golpean los postigos
intentando
llevarme
tras ella
…...
su recuerdo
ya entre las sombras
agotando el día
dejándome
aquí dentro
mirando esta pantalla
donde las palabras
como la sangre de una herida fatal
me abandona
dejándome en la nada.
La música sigue
con su cadencia
ausente
de mis propias letras
no dejándome morir
de un amor agotado
que el viento
está llevando
mezclado entre las sombras del anochecer
entre los acordes suaves
de Debussy.