Llámame Rosa... rosa de Jericó
que seca està mi alma
caminando por el desierto, vagando
por días, meses, años, decadas quizás
movida por el viento, dirigiendo mis pasos
mi destino, talvez mi final.
desierto, mi corazón así está
el sol es cruel, me consume sin piedad
¡ Es injusto!
¡ Es injusto! replica mi ser
deambulo... sola en el desierto
anhelando un oasis encontrar
y solo me encuentro con el rostro frío de la oscura noche.
Llámame rosa... rosa de Jericó
resucitararé aunque seca me encuentro,
un descanso... un oasis...
solo basta la suave caricia de tus gotas de lluvia
para renacer del abismo y ser
el verdor de tu desierto.
llámame rosa, rosa de Jericó
sin importar las muchas noches frías
el ardiente sol del cruel desierto
basta una sola gota de amor
para emerger del dolor.
Llámame Rosa, Rosa de la resurrección.