Julio Noel

El sol discurre lentamente hacia el ocaso

El sol discurre lentamente hacia el ocaso

por los dorados caminos del cerúleo cielo

y poco a poco su redonda lumbre se apaga

entre relucientes cristales de sangre y fuego.

Las glaucas y aterciopeladas aguas del mar

reciben sonrientes los fulgurantes destellos,

en las níveas crestas de sus agitadas olas

aletean los irisados colores del céfiro.

Blancas vuelan las gaviotas

en las lenes y azuladas alas del viento,

entre sus gráciles y etéreas acrobacias

fluyen inconmovibles los suspiros del tiempo.

Por los intersticios de la arrebolada brisa

se deslizan mis dulces y halagadores sueños,

que raudos se esconden en algodonosas nubes

para ocultarse del enojo de unos ojos negros.