Patricia A. L.

El muro... (a tí, poeta)

He levantado un Muro
fuerte y
de adoquines rocosos
que te proteja,
de la Indiferencia
Eterna de los Hombres…

He levantado un muro
tan fuerte y sólido
para que jamás la Nada
ni el Nadie
aparezca

en la mirada nublada
que opaca tus ojos,
Poeta…

Universos de avisperos
y de veneno negro
habitan eternos,
este Mundo,

que percibes por veces
en tumultuoso tormento,

demuelen tus versos
y te caes en un oscuro laberinto
sin nombre
.
que aunque en silencio
estés y no lo escribas,
te hacen daño…

(lo sé).

Olvida, tenaz,
los instantes
teñidos de Soledades
y Desprecios,

y arde en la Paz Misericordiosa,
que tu dios, generoso,
te regala a diario…

(la sientes o se ha escondido?)

Nada feliz,
en la abundancia de tus letras
gloriosas,
que por las noches,
seguramente
escribes…

Y vuela como alondra nívea
entre los tres elementos
que conforman tu vida…

En  el Aire en pureza, que respiras…

En el calor del Fuego,
que entibia tu cuerpo..…

En el agua fresca y salada
que inunda los océanos
más azules y profundos,

y que por tu dios ,
te han sido legados.

Nútrete , embárgate de ellos
y escribe,

descarga tu alma…

En este ocaso,
de un verano que
por fin ya se duerme..

te entrego estos versos
escritos
sin brújula alguna:

que tus heridas sean curadas
con los bálsamos de seda
del  espacio poblado
del níquel transparente
de las más  titilantes estrellas,

que olvides tus obsesiones impenetrables
y duras, que seguramente escondes…

que si tu alma es torturada
por sentires oscuros,

piensa que puedes
llegar a las indómitas fronteras
de tu propio Ser…

y que puedes restaurar
los cristales rotos
de tus espejos,
que te repiten sin huellas…

(que son tu Otro, recuerda)


No  quiebres tus límites,

enfréntalos con valor,

aunque sientas
que mueres…

Llega, Poeta,
al Origen de los Tiempos
sin vértigo alguno,

y bebe las aguas y los frutos dulces
de aquel Paraíso edénico,

que aún  recuerdas.

Cobíjate
en el Muro construido,
por  el amor por la Humanidad,
que contigo llevas …

( La sombra de una rosa,
se llena de brillantes,
aunque no deja de ser Sombras..

a ti se parece… nunca lo olvides).

Descansa tranquilo,
sin itinerarios simbólicos
ni metáforas negras,

Sé por fin feliz, Poeta…
protégete en el Muro
y en  la vieja y olvidada
gloria de tus Principios,

descansa sin rasgaduras,  velos,
ni tinieblas,

sin Memoria que te hiera,

busca aquel remanso del río cristalino
de tu niñez
imbuido de total inocencia...
recuérdalo…

y  por fin, olvida el dolor
y descansa
en la aridez de tu negada gloria,

olvida tantos fracasos,

descansa en aquella gloria
que sientes que has perdido,

descansa por fin,
en ella…

( velaré esta noche
de mi Sur amado y brillante,  por tí)

 

Patricia Aznar Laffont