Ary Vala

MADRUGADAS VIRGENES

En las madrugadas vírgenes

cuando las mozas se vuelven Diosas

Aparecen olores de complacencia, de ternura

De suaves nubes desnudas ante los ojos del poeta.

 Y entonces me doy cuenta del tiempo

Que cuelga  en mis mejillas,

 Y del río que ha fluido por ellas

Escucho las campanas

Los ritmos de los amantes  aniquilados,

Dormidos abrazados, después de haber escrito un cuento.

 Y me doy cuenta del pasar de los días

Del esfuerzo de mi memoria indeleble 

Por desarmarte, despintarte, desnudarte hasta la

Invisibilidad.

 Y me doy cuenta de las horas

Que ha amanecido

No he dormido,

No te has ido