Ya deja de disculparte niña por sentir y no sentir,
Por amar y por no corresponder,
Ya deja de cargar en tus hombros la frustración ajena y corresponder con amabilidad finjida.
Ya deja de disculparte por quién eres, y no insistas en ocultarlo, acepta el hermoso desastre que te habita.
Ya deja de llorar las letras que se esfumaron y la inspiración que no llega, por qué un amor no correspondido era tu fuente de prosa.
Ya deja de disculparte niña con tus padres, por la hija que no fuiste, de los padres que nunca fueron...
Dejate llevar niña, por el silencio de la tranquila mañana, y date el derecho de disfrutarlo.
Permitete llegar tarde y tomar tu café con calma,
Pasear tu deteriorada desnudez sin vergüenza contigo misma.
Permitete apreciarte y respetarte, sin disculparte con el mundo por todo aquello q no has podido ser.