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NOCTURNO XIV

   Un aterciopelado céfiro nocturno

rosa sutilmente toda la materia,

trizando el silencio con las hojas de otoño

entre casi esqueléticos árboles desnudos.

   Mi alma también deambula

casi desnuda por nostálgicos senderos

que atrapan su pasado.

   La Luna es nueva y delicada

en el centro de la negra bóveda celeste.

Me trae visiones de otro tiempo

y pretéritos sones de una música

inspiradora en mi corazón.

   Seres alados me acompañan 

en mi solitario paseo nocturno

en esta armoniosa noche 

de melancólico otoño.

Y luego ellos me transportan lejos,

más allá de la Vía Láctea...

¡Oh nostálgicas visiones

de un dorado tiempo de mi juventud!

   Atravieso mis existencias

viajando con el tiempo

y en remotos pasados

puedo revivir bucólicos amores

de armoniosos días

que llenaban mis momentos

de grandes espasmos de felicidad...

   ¡Con alegría suprema he descubierto,

que siempre has sido tú,

la que ha estado allí, dicha sin fin,

de mis pasadas vidas!...