Luis Adolfo Otero

Además del enojo

Rabia es lo que me causa esa espesa maldad,

la que llegó aquel día de la voz alzar,

mercenarios irascibles sin una pizca de valor,

amenazaron nuestros cuellos cortar con una hoz.

 

Me hierve la sangre ver a tantos cuervos,

esos mismos que alimentamos cual palomas,

abalanzándose con odio sobre su propio pueblo,

desgarrándoles las carnes como si fuera carroña.

 

Me posee el miedo, además del enojo;

temor de que los niños no puedan ni cantar,

que nuestros jóvenes se les prohíba el soñar

y que en nuestros ancianos prevalezca lágrimas en sus ojos.

 

Luis Adolfo Otero