Porque bebo de ti la vida
y esa corriente que nace en tu pecho.
Me voy diluyendo en ti y vuelvo a rodar
gota a gota por esos labios,
me voy hundiendo en ti
soy la lluvia que empapa tus campos,
la humedad que trepa cada noche esa piel:
voy atracando tus pechos,
rodeando con mi lengua tu orilla,
islas infinitas
donde cultivo mis besos.
Porque me hundo en ti
impregnado en tu alma desespero,
desespero todos tus instantes,
allá donde va tu soledad
mi deseo derrama toda su esperanza
y no hay más día que nos contenga
ni lluvia que te apague las cenizas
Porque bebo de ti la vida
y te bebo a mares,
sin que medien esquemas
ni razones
a cada golpe de mis latidos te bebo
es tu sueño, es tu piel y es tu boca
donde nace la vida,
tu eres el arroyo,
el lecho donde reposa cada verso.
Eres agua y mi sangre te contiene,
me voy diluido en tus pupilas,
te penetro te vuelvo a vivir,
me olvidas y te vuelvo a beber,
eres agua,
eres mi sed y lo que ha de saciarla.
Agua cálida y transparente,
presurosa y constante,
vergel donde se desnudan las rosas
y muere el crepúsculo,
bebo de ti
me sumerjo
ahogo las horas en tus corrientes
ancló en los limites de tu sexo,
recorro las costas de tu espalda.
Que deliciosa
es la línea que pinta el horizonte en tu vientre,
te me vas vertiendo en cada ola,
agua eterna,
agua derramada en el desierto.
En ti me ahogo,
me vuelvo a morir
y en ti vuelvo a beber