Figura curvada,
paradigma de la estética,
materia voluptuosa,
autora de ciegas locuras,
autora de confusas vidas
sacrificadas en altares
de pasión.
Me encantan tus ojos,
me encanta tu mirada,
me hipnotiza la armonía
perfecta de tus facciones
con la luz divina de tus ojos,
la textura surreal de tu piel,
ráfaga de tu sonrisa sincera
llena de encanto de niña pura.
¿Es todo lo anterior
suficiente para amarte?
Mi respuesta es sí.
Sí, porque amo la esencia
que conforma a la mujer.
Porque soy esclavo de la belleza.
Porque soy débil ante el deseo,
pero, ¿Simbolizas algo para mí,
al margen de tu perfección carnal?
¿Cómo diosa, eres dueña absoluta
de las respuestas a mis cuestiones?
¿Puedes ayudarme a acallar mi razón,
a encontrar al ser divino que habita en mí?
¿Imaginas de lo que hablo?
¿Alguna vez jugaste a luchar en la guerra
y morir por heroísmo?
¿Alguna vez cavilaste en ser y no ser,
cuando se trata de morir por una causa?
¿Supones lo que representa luchar
contra la adversidad de la tormenta?
¿En medio del mar enfurecido,
sin más que tu propio coraje?
No puedo adivinar tus respuestas.
¡Con soberbia asumo conocerlas!
Así que, dándole la espalda
a tu confusa batalla de emociones,
te invito a dormir en mi cama esta noche.
prometo llenarte de besos y calor,
y de la protección inexpugnable
con la que sueñan las débiles libélulas
matrices de la humanidad.