Debí borrar aquellas fotos el día que me decidí a olvidarte.
Debí borrar cada parte que se parecía a ti, cada recuerdo que se aparecía de vez en cuando para recordarme lo bella que eras sentada en aquel sofá.
Debí deshacerme de algunos libros que tenían escrito con un suave lápiz, tu nombre y un beso.
Debí borrar aquello, aquel octubre cuando empecé a deshacerme de ti.
Pero no podía. No podía deshacerme de pequeñas cosas que marcaban tu presencia, era preso de todo lo que había sido por ti, de todo lo que había amado. Y pensarte en está tarde fresca de abril me hace sentirme más solo de lo que estoy sin ti.
No puedo olvidar que alguna vez tuve suerte en tenerte cerca de mí piel, cerca de mis labios.
No puedo olvidar que contigo he sido más feliz que en ningún otro sitio.
Ahora que te recordé, será más fácil conseguir hacerte presa de mi olvido, será más difícil escapar de los recuerdos que volvieron a mi mente más fuerte que nunca.
Será difícil recordar lo difícil que es estar sin ti. Porque te quiero aquí, conmigo, siendo parte de un gran amor, no te quiero allá, en donde estas, tan distante, tan fría, tan seca de amor como nunca lo he imaginado.
Vuelve, para no tener que armar otro castillo de noches enteras intentando olvidar lo que fuimos alguna vez.