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Sentirse de la gran realeza humanitaria de sitio en sitio con su traje que heredó de la intemperie, mandando mensajes y un ramo de flores, con su olor extenso de gran patriótico, héroe que construye la primera noticia con un diezmo o una cuota para beber agua en las gasolineras, una escuela y un convento, créeme que su propuesta me da escalofrío, su humanitaria realeza de dos cabezas por encima de su escritorio y amarrar al perro cerca de su pestilencia sin que se confunda su insignificante sombra de gárgola como la verdadera técnica de hacer arte universal con su enorme seriedad narcisista, tal vez le marcaría el alto Marco Tulio Cicerón por su gran maestría del niño que llegó con hambre, sin que esto sea un soborno o una papilla altamente humanista sin apretar los dientes.
[De su noble acto podría confundir a la reina de Inglaterra, o por decreto a Porfirio Díaz, y López de Santa Anna no entraría en crisis sin que el país blanqueara sus huesos ni en la alianza, ni en el trofeo heroico que hubo en los territorios colonizados, nadie se manifestaría por un error ni se vería obligado a ceder, ni cobrar los impuestos después de ser ignorado por la historia…]
Bernardo Cortes Vicencio
Papantla, Ver, México
09:5028022019