Por las cristalinas gotas que endechas
un pesar en tu alma la mía intuye,
y trémula y un tanto temerosa
te descubres tan frágil e indiscreta.
¿Cuál será esa causa oculta, secreta,
que agrava tu pena tan silenciosa?
Tu mirada esquiva es la balsa que huye
en las olas del mar de mis sospechas.