BESO CELESTÍAL
Con ardorosa pasión a mi oído Balbuceaste.
¡Abrázame con ternura!
Ama mi cuerpo, como solo tú sabes hacerlo.
Esparce tu ímpetu, bebiendo el vino
de mi esencia.
De tu vaho imprégname, con tus líquidos esenciales
báñame.
Ahógame en el milagro, que desborda
estar entrelazada a tu cintura.
Con voz agitada revelaste.
¡Qué tu pasión me devore, me asfixie!
Tus suspiros destílame.
Embriágate con mis perfumes de mujer.
Mi más caro deseo es ser
bautizada con el vino de la fiebre,
de nuestros cuerpos liberado.
En un tímido balbuceo, murmuraste.
Inocencia en mí ya no hay,
eres mío yo soy de ti,
hasta la paradisiaca eternidad.
Degustemos traguito a tragauito
este idílico momento.
Y así, ceñidas nuestras naturalezas,
abrevemos nuestra pasión
en cálices de placer.
Hasta quedar ebrios en el cosmos.
Entregados uno al otro,
en un beso celestial.
Bambam