Somos del mundo
en sus dimensiones diversas,
unos de cal viva, otros de arena
para convertirse en vidrio
somos de arcilla y algunos de mármol.
A nadie le importa
si la vida fue un soplo divino
del niño que juega
dando y quitando los ciclos vitales
de una estrella un gusano
una luciérnaga en la noche
un pájaro bobo o un mono que chilla.
Somos como una baya de cacao
con perfume y serotonina
que llevamos dentro, la esencia
para cantarle a los vientos
cruzando los mares venciendo las leyes
surcamos el cosmos hacia Andrómeda
somos seres insignificantes
dotados de ingenio inteligencia talento
belicosos y necios y algunos ateos
somos amos y esclavos en un mundo ajeno
hipotecado y pignorado, desde hace tiempo,
con una deuda inmortal
heredada de genios difuntos.
Somos lo que somos, y algunos
no alcanzan a ser por un accidente,
una frustración una impotencia
un anticonceptivo o una extracción.
De: \"Florilegio Equinoccial\" (Pág.81)
Por: Rodolfo Dondero Rodo.