Todo era perfecto a nuestro alrededor, la luna y las estrellas alumbraban nuestro amor, lleno de color y alegría, el viento con su suave brisa le daba vida, cada día renacía el fuego entre los dos y con la tranquilidad de la llovizna hacia crecer aún más la ilusión y el amor en medio del corazón.
Pero de repente sobrevino la tempestad, que apagó el fuego, ahogó al amor y mató la ilusión, todo se convirtió en oscuridad dejando en penumbra al corazón que hoy llora por tu adiós, se lamenta tanto haberte dejado partir, pero se cansó de insistir, hoy tiene que sufrir pagando el precio por haberte querido de más.
Edgar Lima.