Que de recuerdos
se agolpan en mi mente,
como olas a la playa
que no dejan de llegar,
así tu amor llegó a mi vida,
como el más bello sueño
que tuve jamás.
Y si ahora existe en ti
un nuevo cariño,
espero mi vida
que te haga feliz.
porque es muy grande
este cruel desespero,
que parece que una nube gris
se ha parado en mi.
Yo vagaré por las playas lejanas,
sabiendo que nunca
volveré a amar,
es tanto lo que dejaste en mi alma
que esta amargura
no termina jamás.
Y yo espero sentada
en un arrecife,
que la marea acabe de bajar,
así en ese instante
miraré a lo lejos,
todos los lugares
en que nos pudimos amar.
Y una gaviota volará
sobre mi cabeza,
sabrá que yo estoy en mi lugar
y que ha visto a lo lejos tu sombra
que en otras playas
caminas en paz.
Y veo una pareja de delfines
retozando enamorados
y recuerdo todas las veces
que dichosa me entregué a tus brazos
y tu sonrisa era mi felicidad...
no sé si ahora añoras mis labios
o seré un mal sueño
del que despertaste ya.
Y yo espero que algún día
tus pasos,
decidan guiarte a este mi hogar,
alguna vez dijiste muy enamorado
que regresabas a mi playa
donde siempre me podrías amar.
Y una caracola me dirá al oído
que tú no me dejas de amar,
que estás esperando
el momento preciso,
en que las olas de nuevo
nos vuelvan a juntar.
Ha bajado ya la marea...
ya no hay playas,
ya no hay olas,
ya no hay mar...
este amor ya descansa en paz,
es ahora que sufro y añoro,
como no pude
quedarme en tus brazos más.
YOLANDA BARRY.