Carlos Eduardo

ANTES y DESPUÉS

 

Agradezco a todos vosotros su amistad y cariño

demostrado mediante sus comentarios y e-mail recibidos

 

 

Antes y después

Le he robado su corazón al tiempo,
está frío;
yo me he quedado fuera de mis sueños;
tengo otros latidos,
acoplados,
y ella se ha alejado;
no hay magia
ni retorno.

 

En este subsuelo del inframundo,
sin una ilusión,

más hondo,

se llega a:
los abismos de la desintegración constante;
situándose en la inexistencia.

 

En estas latitudes se acaba todo:
la fuerza del amor pasa sin poder tocar;
en qué me he convertido,
en una mascarada
sin disfraz ni antifaz.

 

Sin existencia ni vida ni realidad,
esfumado.

 

Se rompieron los entrecruzamientos,
la latencia, las virtudes, el mal, …

 

Desapareció la muerte, la materia, la nada, …

 

Mi alegría está en otra parte,
tal vez con las divinidades;
antípoda de los elementos y de la inmaterialidad,
de los sonidos, los colores y aromas,
frente al bacilo y los capullos,
distanciada.

 

Y las manos,
difuminadas entre tu y yo,
seres alados, allá,

ante cada beso tuyo,

olvidado, …

 

Desconectado,
el universo es otro,
inverosímil,

...

 

 

 

 

Anónimo: Fantasías alucinantes recrean este pasar indefinido, indeterminado, maleable.