Quiero saber,
creer,
sentir,
y verdaderamente existir.
Hoy quizá no encuentre la musa, pero encuentre la muerte,
Y que hay de malo en ello,
o mejor aún,
que diferencia hay entre amar y morir,
el amor es esto,
una muerte lenta e imprecisa.
En la calle percibo gente,
pero veo almas muertas,
en sus cuerpos aún más muertos,
y me atormenta creer que creo,
saber que existo.
Gran compromiso se adquiere con la vida al nacer,
mayor compromiso con la muerte al vivir.
Y si existo bajo tu misma luna,
bajo tu misma estrella,
aunque no estemos juntos,
aunque no estés conmigo,
ya estás destinada a estarlo,
pues del romance del gran astro,
no te libraras mujer,
no me libraras.
Que alegoría vivir para amar,
cuando vivir es muerte,
y amar aún más.