(I)
Un vacío impenitente
viene a dormir etéreo...
en la sala de la nada,
allá donde las rosas
apenas duermen...
y la roca sin Excalibur,
a veces se deconstruye
en un sueño triste...
desnutrido de Morganas.
(II)
Viste a la dama
esquiva...
reluciente en su belleza,
apenas era
una noche ajada...
adosada alevosamente,
al jardín de su silencio.