Entretanto cambiamos el antifaz, estamos desnudos
Desnudos ante Dios y ante nuestra lengua pérfida
Desnudos ante nuestros pensamientos
Y ante al amor que insiste
Mientras se cambia el traje manido de nuestra alma, estamos desnudos
Desnudos ante el colosal oscuro de la noche ingenua
Desnudos ante el vientre abierto en decepción y tedio
Desnudos ante la frugal espera del amor ausente
¿Quién implora amor, quién espera perdón?
Quién entre nostalgias y cuerpos olvidados
Consume vino, en la copa de evocaciones
Y pieles perfumadas
Tregua pide hoy mi memoria,
Tregua entre los despojos del amor que añora
Entre los goces de tu aroma y los efluvios de tu cándida matriz
Tregua pide mi pasión, en la arteria abierta del delirio y olvido