El mirarla a los ojos,
lograba despejar un día nublado,
convirtiendo todo lo gris en sol.
Si prefieres quédate con caricias
déjame jugar con tus manos
alimentar el eco de tu grito
en una cama pequeña y enamorada.
Si prefieres esta noche
haremos consuelo y miradas
nos dejaremos llevar por el instinto
que una noche atrás imagine
soñando, almohada a almohada
con besos reales.