Luis Adolfo Otero

Culpa

Es tu culpa por dejarte querer de mi

por dejarme entrar en tus aposentos,

y llevar de regreso tus pinturas fantasiosas

con los que ingenuamente decoré mi mundo.

 

Claro que es tu culpa por aceptarme,

por invitarme a recorrer tus campos,

donde todo lo hermoso ahí habita

e indudablemente mi corazón retoñaría.

 

La culpable eres tú por robarte mis ojos,

mis noches y días, mis risas y melancolías,

por darme las llaves de tu caja de terciopelo

Y los montes y valles de tu paraíso abundante.

 

Tuya es la culpa por abrir los pétalos de tu flor,

por confiarme los secretos de tu universo,

y extenderlo tan lejos hasta llegar al mío,

Para ser todo o nada y olvidar la diferencia.

 

Luis Adolfo Otero