Se ilumina mi vida con fulgores
si tus manos inquietas me acarician,
sensaciones que causan mis rubores,
verdadera pasión la que propician.
Cuando estoy a tu lado toco el cielo,
me emociona mirar tus bellos ojos,
son el bálsamo contra el desconsuelo
y calmantes de todos mis antojos.
Si te alejas, las nubes son oscuras,
un presagio causante de tristeza
que provoca muy negras amarguras
y mi pobre alma, lánguida tropieza.
Tu presencia provoca mi confianza
despejando cualquier fatua añoranza