Durante muchos años, he sido un apasionado en ir de vacaciones a Carlos Paz, Córdoba.
Y en estos viajes, fiel devoto en ir a visita LA CRUZ. Aunque digan que era un cerro para subir, opinaba y opino que era una elevada montaña.
La cual escala, con férrea voluntad, debido a los intensos calores veraniegos.
Siempre hemos ido en el mes de enero, junto a un grupo de amigas y amigos.
Allá... por la década del 70.
Si mal no recuerdo fue en el año 1978 que ocurrió un suceso... que hasta el día de hoy, no hemos dejado de recordar...
Alicia, una de las mujeres del grupo, debido a que estaba muy cansada al escalar, resbaló y cayó unos metros hacia abajo; la detuvo una piedra.
Fuimos a socorrer. Tenía su rodilla derecha ensangrentada, y un tremendo dolor en el pie.
Pensamos que había sido una fractura, debido a su gran dolor...
Uno de nuestros amigos propuso que algunos se quedaran a acompañr a Alicia, y otros subamos hacia la cruz, para rezar por ella. Todos los años que infalibles hemos sido, siempre rezábamos por la salud de nuestra familia y la de los amigos...
Nos quedamos orando un muy buen y largo momento...
Al descender, llegamos hasta donde estaba Alicia...
Y... quedamos asombrados, porque la sangre que tenía en su rodilla, al limpiar, había quedado sin cicatriz. Y lo que pensamos referente al pie, el dolor había desaparecido, totalmente.
Realmente, para nosotros fue un gran milagro... de LA CRUZ, en nuestras oraciones.
Ese fue mi penúltimo veraneo en Carlos Paz.
Después, conocí Mar del Plata... y me enamoré del mar...
(Aunque por mi problema de erisipela no puedo tomar mucho sol.)
COMANDANTE DEL ESCENARIO
05-03-2019