¿Cómo no amarte vida mía?
tu sonrisa, aura angelical,
la lontananza del horizonte matizan,
tu boca el cobalto tenue del cielo enciende
y tus cristalinos ojos negros irisan
la luz del alba, flamígera llama asciende;
purpúrea nebulosa nace
como un prodigio nunca visto
crean tus manos en mi piel dormida un hechizo
vivaz, etéreo, profundo tu amor perenne,
me alimenta el alma me cubre de aquel frío
maná, bálsamo, vid del jardín del edén.
Con cada beso mi ser pierde
la noción y el curso del tiempo
envuelto en esa magia todo se detiene
como ave fénix escapa de mí un suspiro,
un canto de la poesía pronuncia tu nombre
entona la alondra acurrucada en su nido.
Posas tu cabeza en mi pecho
habla el corazón con latidos,
mis apacibles, tiernos y dulces versos
uno a uno colocaré en el lene viento,
llegaran a ti mientras estés en el lecho
y bajo la luna morirán en un beso