ERA TEMPRANO, ESA MAÑANA, ME MANDARON RESERVAR UNA SOMBRILLA EN LA PLAYA DE POCITOS, MONTEVIDEO, URUGUAY. LUEGO PASARÍA EL CORSO DEL AGUA, ASÍ LE LLAMABAN. TODO EL QUE ESTUVIESE SOBRE LA RAMBLA, SABÍA QUE SE LLEVARÍA UN BUEN BAÑO.
AL BAJAR ESOS QUINCE ESCALONES HASTA TOCAR LA ARENA CON LOS PIES, MIRÉ AL FRENTE DONDE ALQUILABAN LAS SOMBRILLAS Y CARPAS, UNA MIRADA ACHOCOLATADA, POR NO DECIR OJOS CASTAÑOS, SE POSARON EN LOS MIOS... UN ESCALOFRIO ME RECORRIÓ LA COLUMNA... DE AHÍ EN MAS FUE UN IR Y VENIR DE MIRADAS, HASTA QUE SE ACERCÓ PIDIÉNDOME PERMISO PARA CONVERSAR; COMO TODA RESPUESTA ME LEVANTÉ Y ME FUI A CAMINAR POR LA ORILLA, CHAPOTEANDO LAS PEQUEÑAS OLAS QUE ROMPÍAN CONTRA MIS TOBILLOS... DE AHÍ EN MAS IRRUMPIÓ EL AMOR, QUE NO EXISTE EL AMOR A PRIMERA VISTA? SI SEÑORES A NOSOTROS NOS PASÓ!